ECONOMÍAS REGIONALES
Promueven el cultivo y el consumo de quinua
El INTA y otros organismos trabajan con ese objetivo en Tucumán. Este cereal, de alto valor nutricional, prospera en suelos marginales y con poco agua.
La iniciativa contempla instalar dos plantas de procesamiento en la provincia.
El cultivo y el consumo de quinua, un superalimento capaz de prosperar en suelos marginales y con poco agua, están siendo impulsados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y diversos organismos nacionales y regionales.
El INTA y la Fundación Miguel Lillo, que tiene sede en Tucumán y depende del Ministerio de Educación de la Nación, trabajan en la promoción del cultivo mediante semillas adaptadas y asesoramiento técnico, con financiamiento del Consejo Federal de Ciencia y Técnica y la Secretaría de Innovación y Desarrollo Tecnológico de la provincia.
Los proyectos vienen desarrollándose con la comunidad indígena de Amaicha del Valle, en Tucumán, una de las regiones claves tanto para el rescate como para la difusión de la especie, y se están iniciando trabajos con los agricultores familiares de Leales.
La iniciativa “contempló demostraciones gastronómicas con quinua, divulgación de recetarios y de los beneficios de su inclusión para mejorar el equilibrio de las dietas mediante la elaboración de comidas con ingredientes de la zona y la promoción de microemprendimientos”, comentó Juan González, de la Fundación Miguel Lillo.
El nuevo proyecto, que se inscribe en el plan Argentina contra el hambre, contempla la producción y el agregado de valor de quinua para consumo directo y elaboración de harinas de alto valor nutricional, a partir de dos plantas, ubicadas respectivamente en una zona de alta montaña y en la llanura salina tucumana.
El INTA detalló que las plantas de procesamiento poscosecha incluyen trilladora, clasificadora y desaponificadora que fueron diseñadas por el Instituto para la Agricultura Familiar (IPAF- NOA). El procesamiento de los granos permitirá su consumo directo y la producción de harinas para elaborar panes, galletas, fideos y jugos.
En los Valles, la fecha de siembra óptima se extiende de fines de octubre a mediados de diciembre, y se calcula una cantidad aproximada de 7 kilogramos de semilla por hectárea. El cultivo debe mantenerse libre de malezas, plagas y enfermedades. En general, las variedades tienen un ciclo de 130 a 140 días.
Con la iniciativa, se espera que la quinua se incorpore como un alimento de uso regular en las dietas de las poblaciones locales y que pueda convertirse con el tiempo en una alternativa productiva y fuente de microemprendimientos.
La quinua es uno de los pocos alimentos nativos de origen vegetal que contiene los nueve aminoácidos esenciales que las personas deben incorporar a su dieta, ya que el organismo es incapaz de producirlos y son esenciales para el correcto desarrollo de funciones vitales. No contiene gluten y es rica en vitaminas, hierro, fósforo, calcio, magnesio y antioxidantes.
Nueva planta en Oruro
Tras inaugurar recientemente una planta industrializadora de quinua en el municipio de Soracachi, Oruro, el gobierno boliviano viene realizando gestiones con Japón, China y Alemania para concretar exportaciones por valor de 6,2 millones de dólares, desde mayo próximo.
La planta, que demandó una inversión de 88,3 millones de bolivianos (cerca de 13,5 millones de dólares), tiene capacidad para procesar unas 7.000 toneladas de grano por año y su puesta en marcha beneficiará a 8.981 familias productoras de Oruro, Potosí y La Paz, además de generar 156 empleos directos y más de 780 indirectos, según destacó el presidente Luis Arce Catacora.
Por su parte, el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, apuntó que Bolivia tiene capacidad para producir no menos de 61.000 toneladas anuales de quinua, de las que 16.000 cubren la demanda interna y el resto puede destinarse a la exportación.
Según la Agencia Boliviana de Información, Japón prevé adquirir 100 contenedores de quinua, China 10 contenedores y Alemania otro tanto, que en conjunto supondrán un ingreso de 6,2 millones de dólares.
Publicado el 21-01-2022
Foto: INTA.
El hambre castiga a una de cada once personas
Cerca de 582 millones de personas sufrirán subalimentación crónica en 2030.Según la ONU, se mantiene en niveles muy altos en los últimos años, bajo el impulso de los conflictos, el cambio climático y la recesión económica.
Crece fuertemente el volumen de la carga aérea
Las mejores cifras corresponden a Europa, Asia Pacífico y Oriente Medio.En junio, la suba interanual llegó a 14,1% y a 15,6% en el segmento internacional, en línea con las cifras acumuladas a lo largo del primer semestre.