CHINA

Sus importaciones agrícolas sumaron 135.000 millones de dólares. Casi 84% está en manos de 20 países, encabezados por Estados Unidos, Brasil y Australia.

El comercio chino de productos agrícolas alcanzó en 2014 un valor de 207.000 millones de dólares, con exportaciones por 72.000 millones e importaciones por 135.000 millones. Estas últimas crecieron 6,7% respecto del año anterior y 275% en los últimos ocho años. Los datos surgen de un informe elaborado por la consejería agrícola de la embajada argentina en la República Popular China, bajo el nombre Análisis del comercio agrícola de China en 2014, y enviado por ésta a la Asociación de Importadores y Exportadores de la República Argentina (AIERA).

Aunque China ha conseguido una relativa autosuficiencia en materia de granos, con un significativo aumento en la producción durante los últimos diez años, el informe refiere que “su creciente demanda de alimentos para satisfacer a una población en aumento y con mayor poder adquisitivo y nuevos hábitos de consumo, ha motorizado tanto las compras de materias primas para su industria aceitera, de piensos, textil, calzado, muebles y construcción, como así también de las manufacturas de origen agrícola, como lácteos, carne bovina y ovina, entre otros”.

Las importaciones agrícolas de China muestran una fuerte concentración en pocos productos: 30 productos concentran 68,7% del total, con fuerte predominio de las materias, pero con un crecimiento en rubros como lácteos, maderas, cueros, sorgo, cebada y semillas de sésamo, entre otros. Así, mientras los porotos de soja representan 30% del valor total, el algodón suma 3,7%, la leche en polvo entera, 2,5% y el aceite de palma, 2,4%.

Durante 2014, por ejemplo, se incrementaron en 26% las compras de maderas en bruto; en 26%, las de leche en polvo; en 74%, las de leche fluida; en 48%, las de quesos; en 79%, las de cerezas; en 161%, las de arándanos; en 344%, las de sorgo; en 97%, las de cebada; en 20%, las de carne ovina y en 37%, las de miel. En cambio, retrocedieron las de algodón; lana; aceites de palma, soja y colza; fórmulas lácteas infantiles; azúcar; trigo y maíz.

La consejería agrícola destaca que también se verifica una importante concentración en cuanto a los proveedores agrícolas: 83,7% de las importaciones están en manos de 20 países, encabezados por Estados Unidos, Brasil, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Tailandia, Argentina, Indonesia y Malasia. Respecto de su perfil, mientras Argentina, Nueva Zelanda y Uruguay se mostraron altamente dependientes de los productos agrícolas en sus exportaciones a China —con proporciones que superan 80% del total en cada caso—, Brasil y Canadá se ubicaron en un término medio, 25%, mientras que para el resto la participación fue sensiblemente más baja.

El informe señala que Nueva Zelanda, Chile, Perú, Tailandia, Indonesia y Vietnam, que mantienen Tratados de Libre Comercio con China, gozan de ventajas competitivas para los productos que ya cuentan con acceso sanitario o fitosanitario. Apunta también que unos pocos proveedores se reparten la mayoría de los envíos en cada rubro, debido generalmente a condiciones de acceso muy exigentes. “De todas maneras —aclara—, hay que resaltar que generalmente el principal competidor en el mercado chino, tanto para Argentina como para cualquier otro proveedor extranjero, es el propio productor local”.

Con un comercio global de 12.931 millones de dólares —según los datos de la Aduana de ese país—, 12,8% inferior al de 2013, la Argentina descendió el año pasado dos peldaños en la nómina de los socios más importantes de China en América Latina, y se ubicó así detrás de Brasil, México, Chile, Venezuela, Colombia y Perú.

Durante 2014, las exportaciones agrícolas argentinas a China se redujeron 9,3% en valor, por las menores compras de porotos y aceites; pero al mismo tiempo se hicieron progresos en materia de diversificación, que se tradujeron en una ampliación de las partidas arancelarias involucradas, que pasaron de 105 en 2007 a 122 el año pasado.

Aun así, 97,4% de las exportaciones agroindustriales se concentraron en 20 productos y 84,5% en apenas dos: porotos y aceite de soja. Otros rubros importantes fueron tabaco, lácteos, productos, carne bovina deshuesada congelada, carne aviar, aceite de maní en bruto, lana, glicerol, cebada cervecera, productos vitivinícolas, aceite esencial de limón, algodón, madera en bruto, harina de pescado, maní, harina de carne y hueso y aceite de oliva.

En términos relativos, los productos que registraron un mayor crecimiento interanual fueron la carne bovina deshuesada congelada; la leche en polvo, los quesos y la manteca: los langostinos, los demás pescados y la merluza de cola; las alas y garras de ave, y el pollo entero; la lana; el glicerol en bruto; la cebada cervecera y el juego de uva.

La Argentina “tiene posibilidades de ampliar su oferta exportadora de productos agrícolas a China, y en vista de ello, se están manteniendo negociaciones de acceso con las autoridades sanitarias de este país”, dice el informe,  y detalla que entre los que tienen mejores perspectivas se encuentran uvas de mesa, miel, alfalfa, arvejas secas, carne enfriada y con hueso, y carne ovina. Recientemente, ese mercado se abrió para sorgo forrajero, peras, manzanas y girasol, en 2014; equinos en pie, en 2013; maíz y ovoproductos, en 2012, y semen y embriones bovinos, en 2011.

Publicado el 14-05-2015
Foto: Pixabay.