Un nuevo destino para las ciruelas desechadas
Técnicos del INTI diseñaron un proceso que permite aprovechar esos residuos. A partir de un laminado, se elabora un bocadillo masticable y nutritivo.
Técnicos del INTI desarrollaron un proceso que permite utilizar el remanente de la producción de ciruelas como materia prima para la elaboración de un bocadillo masticable, sabroso, saludable y nutritivo. “Se trata de un producto novedoso para el país, con un mercado alternativo que le agrega valor al cultivo”, destaca Marcela Cordara, de la Coordinación de Procesos Industriales e Innovación Tecnológica del Centro INTI-Agroalimentos, que trabajó a partir de una convocatoria del INTA.
El proceso implica la evaporación, concentración o deshidratación parcial de las ciruelas desechadas, para disminuir su contenido de agua, que conforma más del 90% del cuerpo de la fruta. De esta forma se concentran todas sus propiedades, se inhibe el desarrollo microbiano, y se reduce su peso y volumen.
El laminado resultante posee pocos ingredientes agregados, consistencia suave y elástica, sabor dulce, aroma frutal, la acidez propia de la ciruela y un color rojizo que cambia según la madurez de la fruta utilizada. Se obtiene así un alimento saludable, fácil de transportar, y se prolonga la vida útil de la fruta procesada.
Si bien el desarrollo se llevó adelante con el propósito de aprovechar el subproducto de la cosecha de la ciruela en la zona bonaerense de San Pedro, está previsto extender su utilización a otras localidades y frutales del país. Además, se trabajará en una tecnología de aislamiento y purificación de los bioactivos de la fruta para su utilización como antioxidantes; por ejemplo, en nutracéuticos o suplementos para aditivar otros alimentos.
En la Argentina, más de 30% de la producción de frutales suele quedar fuera del circuito comercial por no disponer de un tamaño o un color apropiado para el consumo fresco.
Publicado el 18-08-2015
Fuente / Foto: INTI.
