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ASIA PACÍFICO

Se pone en marcha el mayor acuerdo comercial

La RCEP integra a los países de la ASEAN con China, Japón, Corea, Australia y Nueva Zelanda. Prevé desgravaciones arancelarias para 90% de los productos.

 

Por Redacción terminalC

Poco más de un año después de la firma del acuerdo final, y tras una década de negociaciones, entró en vigor este 1 de enero la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por su nombre en inglés), integrada por los diez países de la ASEAN —Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Singapur, Tailandia y Vietnam—, China, Japón, Corea, Australia y Nueva Zelanda.

Según las previsiones establecidas en la cumbre virtual organizada por Vietnam el 15 de noviembre de 2020, la entrada en vigencia se produciría con la ratificación de al menos cinco países de la ASEAN y de tres por fuera de ese bloque. Filipinas, Indonesia, Malasia y Myanmar no han dado aún ese paso, algo que seguramente ocurrirá a lo largo de 2022; para Corea, será efectivo desde el 1 de febrero.

Un reciente informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por su nombre en inglés) da cuenta de la importancia comercial y económica de la RCEP.

Con cerca de 2.270 millones de habitantes, los 15 países miembros suman alrededor de 30% del PIB global, equivalente a unos 26 billones de dólares, a precios actuales, sin computar para China los correspondientes a las regiones especiales de Hong Kong y Macao.

En tanto, el comercio dentro del futuro bloque representaba 2,3 billones de dólares ya en 2019. Y ahora, calcula la UNCTAD, ese monto podría incrementarse en unos 42.000 millones, por dos vías: la desviación de comercio (diversion, en inglés), a consecuencia de los menores aranceles intrabloque —a priori, en perjuicio de economías más eficientes—, y la creación de más comercio, como resultado de las sinergias productivas y económicas impulsadas por el acuerdo.

Desde el punto de vista económico, las asimetrías entre los socios son evidentes. El PIB de China prácticamente triplica el de Japón y entre ambos explican tres cuartas partes del que corresponde a la RCEP. Si se añade a Corea, Australia e Indonesia, se tiene ya 91,7% del total.

El informe de la UNCTAD, disponible en inglés y titulado A new centre of gravity (Un nuevo centro de gravedad) refiere que, aun cuando prevé instancias de colaboración en varios ámbitos, el eje del acuerdo es la baja de aranceles: 90% de ellos serán eliminados progresivamente, algunos inmediatamente y otros en el curso de los próximos 20 años. Permanecerán sólo para productos específicos de sectores considerados estratégicos, como la agricultura y la industria automotriz.

 

Balance desigual

Aun así, el balance parece a primera vista muy desigual. Las cuentas de la UNCTAD indican que las ganancias del acuerdo totalizarían 41.800 millones de dólares: 25.200 millones por desviación del comercio y 16.600 millones por un mayor intercambio intrabloque. En términos absolutos, Japón obtendría 20.200 millones, que representan 5,5% de sus exportaciones actuales al bloque; China, 11.200 millones (1,8%); Corea, 6.700 millones (2,0%); Australia, 4.100 millones (1,9%) y Nueva Zelanda, 1.100 millones (4,5%). En el otro extremo, para Filipinas, Camboya, Indonesia y Vietnam, el acuerdo promete pérdidas netas.

“Es importante destacar que los efectos negativos generales para algunos de los miembros de RCEP no implican que les hubiera ido mejor al excluirse del acuerdo de RCEP, ya que los efectos de desviación de comercio se habrían acumulado a pesar de ello. Incluso sin considerar los otros beneficios del acuerdo RCEP además de las concesiones arancelarias, los efectos de creación de comercio asociados con la participación en RCEP suavizan los efectos negativos de desviación de comercio. Por ejemplo, los efectos de creación de comercio de Tailandia compensan por completo los efectos negativos de desviación de comercio”, asegura la UNCTAD.

Para los no miembros, siempre según el organismo, los acuerdos en materia de aranceles se traducirán en una caída de las exportaciones del orden de 25.200 millones de dólares, fuertemente concentrada en la Unión Europea, Estados Unidos, Hong Kong y Taiwán, aunque con un peso relativamente bajo en sus ventas externas. En cambio, la incidencia será muy importante en los casos de Bangladesh (12% de las exportaciones), Pakistán (4%) y Sri Lanka (3%).

 

Impacto geopolítico

Desde luego, el impacto del RCEP no es sólo comercial. Unos días después de la cumbre virtual de noviembre de 2020, Xulio Ríos, director del Observatorio de la Política China, con sede en Galicia, comentaba: “Con la firma de la Asociación Económica Integral Regional, China afianza su posición en Asia-Pacífico como líder económico regional. Es verdad que India se quedó fuera, pero aun así, que todos los suscribientes (Australia, China, Japón, Nueva Zelanda, Corea del Sur y las 10 economías de ASEAN) se hayan puesto de acuerdo representa un importante éxito político para China, que a todas luces se erige no solo como primer beneficiario de la alianza sino también le permitirá influir y dar forma al orden regional”.

Tras señalar que la RCEP “se afianza como un complemento de contexto que reforzará la otra política regional sustentada en torno a la Iniciativa de la Franja y la Ruta”, Ríos apuntaba: “De esta forma, China da un paso más en el diseño de una arquitectura regional que le permite tomar la delantera y ganar posiciones relevantes. Aprovechando el desconcierto y la desconfianza generada durante el mandato de Donald Trump en la Casa Blanca, llena de buen grado el vacío de poder”.

Esa perspectiva probablemente explique el tono épico con que Xinhua informó acerca de la entrada en vigencia del acuerdo. “Mientras la economía mundial se tambalea en medio de una pandemia caprichosa y un proteccionismo vertiginoso, la RCEP presenta un beneficio valioso para un mundo sediento de una recuperación económica constante”, afirma.

“Además, la RCEP compensará fuertemente el impacto del proteccionismo y el unilateralismo furiosos, devolviendo el libre comercio y la cooperación multilateral a un primer plano. En los últimos años, el unilateralismo y el proteccionismo han obstaculizado la libre circulación de mercancías en todo el mundo y han creado barreras contra el crecimiento económico mundial. Al formar esta mega zona de libre comercio, los miembros de la RCEP han demostrado que la cooperación de beneficio mutuo sigue siendo la búsqueda compartida de la humanidad. Las prácticas de desvinculación y empobrecimiento del vecino no pueden revertir la tendencia de la globalización económica”, completa la agencia oficial.

Las importaciones y exportaciones entre China y los otros miembros del bloque sumaron algo más de 1,7 billones de dólares en los primeros once meses de 2021, que equivalen a 31% del comercio exterior de ese país, según los datos de su aduana.

Menos enfática, la también oficial Vietnam Plus afirmó que la RCEP ayudará a “establecer mercados de exportación estables a largo plazo” para Vietnam y los países de la ASEAN en la recuperación pospandemia.

El ministro de Industria y Comercio, Nguyen Hong Dien, señaló que RCEP ayudará a desarrollar las cadenas de suministro regionales y brindará oportunidades para atraer las inversiones extranjeras, que contribuirán a esa recuperación.

De acuerdo con la opinión de “expertos”, tales ventajas “irán de la mano de dificultades y desafíos, como la presión competitiva sobre los bienes y servicios” de ese país, que no obstante “se beneficiará enormemente de la posibilidad de unirse a las nuevas cadenas de suministro creadas por el RCEP y las oportunidades de aumento de cooperación con socios internacionales para las pequeñas y medianas empresas”.

En una nota sobria, donde detalla las características básicas del acuerdo y precisa que entrará a regir para Corea en febrero próximo, la agencia noticiosa Yonhap apunta que en 2020 la actual RCEP concentró alrededor de la mitad de las exportaciones de ese país, por un monto de 254.300 millones de dólares.

 

Publicado el 07-01-2022
Foto: PSA Singapore (archivo).