EXPORTACIÓN DE SERVICIOS
Un retrato del perfil porteño
Un relevamiento encarado por el Gobierno de la Ciudad permite aproximarse al desempeño de cinco sectores estratégicos en su política de comercio exterior. En conjunto, éstos generan ingresos anuales por unos 2.800 millones de dólares.
Con cerca de 60% del empleo total y 69% del Producto Bruto Geográfico (PBG) a precios constantes, los servicios son un actor dominante en la economía de la Ciudad de Buenos Aires; pero, además, generan ingresos por exportaciones en proporción de diez a uno respecto de las industrias productoras de bienes. Con esos indicadores en la mano, el gobierno porteño ha venido apostando a la promoción de sectores que exhiben una creciente internacionalización y un fuerte potencial para atraer inversiones, incursionar en mercados externos con una oferta competitiva y crear puestos de trabajo en vinculación con tales procesos.
En consonancia con esa apuesta, el Ministerio de Desarrollo Económico porteño y la Dirección General de Comercio Exterior e Industrias Creativas resolvieron realizar una encuesta que permitiera conocer más de cerca el perfil, la gravitación y el desempeño de las empresas que están en el foco de la estrategia, esto es, las que exportan servicios profesionales, culturales y educativos, audiovisuales, relacionados con el diseño en sus diversos modalidades y con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), cuyas ventas externas oscilan entre 2.241 millones de dólares y 3.671 millones, según diversos escenarios estadísticos a partir de las estimaciones preliminares que arroja el estudio.
Durante un encuentro con la prensa para la presentación de las conclusiones, el ministro Francisco Cabrera expresó su convicción de que, en el caso de esos sectores, el crecimiento pasa por la salida al mundo, aunque aclaró también que, como producto de su propia dinámica, hoy tienen un grado de internacionalización semejante al que surge, por ejemplo, de evaluaciones realizadas en Gran Bretaña.
Por su parte, Enrique Avogadro, titular de la referida Dirección, afirmó que el estudio aporta elementos para el debate acerca de qué se promueve y cómo, un terreno donde las herramientas que se utilizan en la Argentina “atrasan al menos 15 años”. En tal sentido, explicó que, “para evitar el recurso de la perdigonada”, la estrategia apunta a un trabajo en conjunto con las cámaras sectoriales para el armado de planes específicos de internacionalización. La idea, destacó, es que “aprendamos juntos”, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de desarrollos novedosos, en los que no hay un manual.
Casi 70% de las empresas relevadas están inscriptas como sociedades anónimas o de responsabilidad limitada, mientras 20% tienen como responsable a un monotributista; del conjunto, 87,6% pertenecen a capitales nacionales, mientras sólo 6,2% son de propiedad extranjera y otro tanto tiene participación accionaria de ese origen.
En términos de su tamaño, la muestra revela una fuerte heterogeneidad, según la pertenencia a uno u otro sector. Así, las que prestan servicios profesionales, con una media de 304 empleados, despegan notoriamente del resto. Las involucradas con las TIC se ubican en segundo lugar con 91, mientras las de diseño evidencian la menor dimensión, con apenas 5,5.
Todas las que pertenecen a este último segmento —que son también las más jóvenes, con una antigüedad promedio de 8 años sobre un promedio que ronda 12,5— exportan sus servicios, seguidas por las de TIC, en proporción de 80%; en el otro extremo, sólo lo hace un tercio de las que prestan servicios audiovisuales. En términos de facturación, las operaciones con el exterior representan algo más de un tercio de las ventas totales, pero su incidencia es más alta en servicios culturales y educativos, con casi 50%, y menor en las de diseño, con apenas 18,9%.
Las transacciones, que alcanzan un número de 79 por año para el exportador promedio, se dirigen por regla general a unos pocos mercados —80% de la muestra tiene presencia en no más de dos—, aunque se advierte una incipiente tendencia hacia una mayor diversificación. Otro tanto sucede respecto de la variedad de prestaciones: dos tercios de las empresas comercializan sólo una de los que están en condiciones de ofrecer.
Tal como sucede en el caso de los bienes, aunque de manera más acentuada, las ventas externas porteñas de servicios exhiben un grado muy importante de concentración. En efecto, las diez firmas más importantes acumulan casi 55% de las ventas externas y algo más de 60% del empleo, y las primeras veinte, alrededor de 80% en cada caso. Las top ten tienen, además, rendimientos muy superiores al resto en lo que respecta a la relación entre monto exportado y personal ocupado. Como consecuencia, las 60 de menor dimensión tienen un peso prácticamente marginal en el proceso.
Si se considera el conjunto, Estados Unidos, con 27,5% de las transacciones, es el mercado más importante, seguido por España y Chile, con una participación de 10,1% en cada caso, aunque otros países asoman también como destinos significativos para algunos sectores. Brasil, por ejemplo, ocupa el segundo lugar en servicios culturales y educativos y comparte el primero en diseño con Estados Unidos y Chile.
Cerca de 36% de las transacciones carecen de respaldado por la vía de un contrato de validez legal, mientras en el resto prevalece la figura de la locación de servicios. En tanto, casi 60% de la comercialización de los servicios descansa en la utilización de herramientas informáticas como el correo electrónico, las páginas web, el DVD, el CD u otros soportes digitales; de hecho, sólo 28% de las operaciones suponen el traslado de personas, en uno u otro sentido.
Aunque la encuesta sólo ofrece los datos correspondientes a 2009 —un año signado por la caída de las exportaciones, tanto de bienes como de servicios—, las empresas que integran la muestra evidencian niveles relativamente bajos de inversión. Mientras 31,9% no invirtió, sólo 21,3% lo hizo por montos superiores a 10% de su facturación y una proporción igual se desprendió incluso de activos.
Entretanto, y en ausencia de crédito bancario, sólo utilizado por 8,2% de los consultados, la reinversión de utilidades constituye la principal fuente de financiamiento. En promedio, casi 70% recurre a ella, pero su importancia es aún más elevada en algunos sectores, como diseño y servicios profesionales.
Finalmente, el estudio indagó acerca de la llegada de los programas de promoción del Gobierno de la Ciudad. Las respuestas revelan que cerca de 56% desconoce su existencia, mientras igual número entre quienes los conocen ha participado de alguno, en particular de las misiones comerciales y de los orientados genéricamente a fomentar las exportaciones. En comparación, hay mayor conocimiento sobre los que lleva adelante el gobierno nacional, pero también una tasa más baja de involucramiento.
UNA MISIÓN DIFÍCIL. Este primer relevamiento de las exportaciones de servicios de la Ciudad de Buenos Aires fue realizado en conjunto con el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC). Sobre una base inicial de 400 empresas conocidas —elaborada a partir de información en poder de la propia Dirección de Comercio Exterior y de las cámaras empresarias, la encuesta fue finalmente respondida por 110, como resultado de un importante nivel de reticencia, particularmente en los sectores de servicios profesionales y culturales y educativos. Ese factor, sumado a la ausencia de antecedentes estadísticos confiables y el alto nivel de informalidad del sector fueron sólo algunos de los inconvenientes que hubo que superar.
Para el enfoque y el diseño, se tomó en cuenta la experiencia de la Encuesta sobre Comercio Internacional de Servicios del Reino Unido (International Trade in Services Inquiry, conocida como ITIS, por su sigla en inglés), que es considerada como la mejor en su tipo del mundo. Los datos completos pueden encontrarse en la página de la Dirección de Comercio Exterior, http://comex.mdebuenosaires.gob.ar/, donde se ofrece abierta la posibilidad de realizar cruces complementarios entre diversas variables.
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