FAO

Fue firmado por 29 países y por la Unión Europea. El foco está puesto en los controles de las autoridades sobre las embarcaciones ingresadas a puertos.

Entró en vigor el lunes 5 de este mes el primer tratado mundial contra la pesca ilegal, impulsado por la FAO y jurídicamente vinculante para los 29 países que lo firmaron hasta ahora. Este nuevo instrumento se concentra en la jurisdicción de los Estados sobre los puertos.

“Hoy es un gran día dentro del esfuerzo permanente para alcanzar una pesca sostenible que pueda ayudar a alimentar al mundo”, afirmó el director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su nombre en inglés), e invitó a los gobiernos que aún no lo han suscripto a “unirse al esfuerzo colectivo para acabar con la pesca ilegal y salvaguardar el futuro de nuestros recursos oceánicos”.

Los firmantes son Australia, Barbados, Chile, Costa Rica, Cuba, Dominica, Gabón, Guinea, Guyana, Islandia, Mauricio, Mozambique, Myanmar, Nueva Zelanda, Noruega, Omán, Palau, República de Corea, Saint Kitts y Nevis, Seychelles, Somalia, Sudáfrica, Sri Lanka, Sudán, Tailandia, Tonga, Estados Unidos de América, la Unión Europea (como organización miembro), Uruguay y Vanuatu.

Las partes del acuerdo están obligadas a implementar diversas medidas —al tiempo que gestionan los puertos que están bajo su control— con el objetivo de detectar la pesca ilegal, impedir la descarga y venta de pescado capturado indebidamente, y garantizar que la información sobre los buques que pescan de forma poco escrupulosa sea compartida a escala mundial.

Estas medidas incluyen exigir a los buques pesqueros extranjeros que soliciten autorización para entrar a los puertos con la suficiente antelación, aportando información detallada sobre sus identidades, sus actividades y el pescado que llevan a bordo. El desembarque sólo podrá llevarse a cabo en los puertos designados y equipados para la realización de inspecciones eficaces.

A los barcos sospechosos de estar involucrados en la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, se les puede denegar la entrada a los puertos de forma categórica, así como la descarga de pescado, el repostaje o el reabastecimiento.

Los buques que hayan ingresado a puerto pueden ser objeto de inspecciones que se llevarán a cabo según una serie de normas comunes. Deberán demostrar que el país cuyo pabellón enarbolan les autoriza a pescar, y que cuentan con las autorizaciones necesarias de los países en cuyas aguas desarrollan su actividad. En caso contrario o si se comprobara que han incurrido en actividades ilegales, no declaradas o no reglamentadas (INDNR), se les denegará cualquier otro uso del puerto y serán denunciados como infractores.

Operar sin la debida autorización, capturar especies protegidas, utilizar artes de pesca ilegales, o no respetar las cuotas de captura, son algunas de las actividades más habituales de la pesca INDNR.

Tales prácticas socavan los esfuerzos para gestionar la pesca marítima de manera responsable, merman su productividad y, en algunos casos, provocan su colapso.

Si bien existen medidas para combatir la pesca INDNR en el mar, suelen ser costosas y pueden resultar difíciles de implementar, especialmente para los países en desarrollo.

Publicado el 15-06-2016
Fuente: FAO / Foto: Rodolfo Belloli - FreeImages.