AMÉRICA LATINA

La persistente demanda de China y otros jugadores asiáticos se conjugó con la aplicación de políticas anticíclicas para permitir una rápida salida de la crisis. La CEPAL prevé que el crecimiento alcanzará este año una tasa promedio de 5,2%.

Aunque los embates de la crisis financiera global se tradujeron en una caída de 1,9% durante 2009, la sostenida demanda de economías asiáticas clave y las políticas contracíclicas aplicadas por varios países de América latina permitieron que ya en la segunda mitad del año se iniciara una vigorosa recuperación, “que se consolidará en 2010 y permitirá una expansión del PIB regional del 5,2%”. De tal manera, la región, “junto con los países emergentes de Asia, se situará entre las más dinámicas del mundo”.

La conclusión surge de un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), donde se afirma que esa demanda “ha creado condiciones para una importante recuperación de los precios y los volúmenes de las exportaciones, sobre todo de bienes básicos como metales y minerales, petróleo y ciertos granos en el caso de América del Sur”. A ese factor, se suma la renovada capacidad de los Estados para desplegar políticas fiscales y monetarias contracíclicas, junto a la mejora de las cuentas fiscales y el aumento de las reservas internacionales.

“La puesta en marcha de programas de estímulo a la demanda interna, en un contexto de disminución de la incertidumbre, relativa normalización de los mercados financieros y mayor acceso al crédito, así como el aumento del dinamismo de la economía internacional, permitió una gradual recuperación de la actividad económica a lo largo del año, como reflejaron el paulatino incremento del consumo privado y de la inversión y, en menor medida, de las exportaciones”, señala la CEPAL.

En la primera parte del año, de acuerdo con el trabajo, el crecimiento regional del volumen de las exportaciones de bienes y servicios está impulsado fundamentalmente por el desempeño de Brasil y México, cuyas ventas a Estados Unidos aumentaron 35,5% en el primer cuatrimestre respecto de igual período de 2009. En tanto, el dinamismo de este segmento es inferior al de la actividad económica global en los casos de la Argentina, Perú y Uruguay o muestra una caída, como sucede en Chile, Colombia y Venezuela.

Tras apuntar que el consumo privado se está incrementando de manera generalizada —con tasas superiores al promedio en la Argentina, Brasil, Chile y Uruguay—, la CEPAL pronostica que, dado el comportamiento del intercambio comercial externo, la contribución de las exportaciones al crecimiento podría ser negativa a lo largo de 2010, en la medida que la rápida recuperación de las ventas externas está apoyada, básicamente, en los mejores precios. Incluso, y de la mano de una mayor demanda interna, las importaciones podrían registrar una suba superior y, de tal modo, debilitar el superávit comercial.

El trabajo incursiona también en los posibles efectos de la crisis europea en la región y apunta que, en principio, los riesgos deberían ser más relevantes para aquellos países de la región en los que las exportaciones hacia Europa gravitan en mayor medida. Durante 2008, el conjunto de América latina y el Caribe destinaba 13,9% de sus ventas externas al Viejo Continente y 40,7% a los Estados Unidos, pero países como la Argentina, Chile, Perú y Uruguay están más expuestos. En cualquier caso, dice la CEPAL, una eventual caída podría ser compensada por la reorientación de los despachos hacia otros mercados, dado la elevada participación que en ellos tienen los productos básicos.

Respecto de la evolución de los precios de esos bienes, la Comisión señala que se mantendrían al menos dos de las tres condiciones que han gravitado en su aumento: el peso de la irrupción de China e India como demandantes significativos y el desarrollo de un mercado de productos financieros que emplea a esos bienes como reserva de valor, cobertura de riesgos y diversificación de carteras, con el consiguiente aporte a la volatilidad y la suba de sus valores. En cambio, es más difícil saber qué sucederá con el valor relativo del dólar en relación con el euro y otras monedas de reserva.

En cuanto al ritmo de la recuperación —y tras subrayar el papel desempeñado por “la implementación de políticas macroeconómicas más sanas que han habilitado un espacio para la adopción de políticas contracíclicas sin antecedentes, al menos en la historia económica reciente”—, el informe prevé que en adelante las políticas públicas irán perdiendo protagonismo y, en su lugar, el consumo privado y la inversión contribuirán en mayor medida al dinamismo de la demanda. Y añade que, con pocas excepciones, se produciría una desaceleración del crecimiento en la segunda mitad de 2010 y a lo largo del año siguiente.

De acuerdo con las proyecciones de la CEPAL, Haití y Chile liderarían el crecimiento durante 2011, con tasas de 7% y 6%, respectivamente, y como resultado del impacto de los programas de reconstrucción. En un segundo escalón, se ubicaría Panamá, con 5%, e inmediatamente después la Argentina, Brasil y Perú, con 4,5%. Para América del Sur, el aumento del PIB sería en promedio de 4,3% y para el conjunto de la región, de 3,8%.

Por último, el trabajo destaca la necesidad de “mantener políticas públicas que apunten a la protección de los sectores más vulnerables en el marco de una estrategia más amplia, que abarque no solo el área social, sino también las políticas macroeconómicas y productivas, de modo de permitir que los países de la región alcancen un desarrollo más inclusivo”. Y, desde esta perspectiva, subraya la importancia de “aumentar la inversión en capital físico y humano, de modo de permitir la disminución de las brechas de productividad, a fin de hacer posible la consolidación de un proceso sostenible e inclusivo de crecimiento económico”.