SERVICIOS COURIER

Cuando el tiempo es lo que cuenta

Con una variada oferta que apunta a la sencillez y velocidad de los envíos, este segmento ha ganado terreno en el mundo del comercio exterior. Dos empresas que operan en el país hablan de cómo remontaron la crisis del año pasado.

Cuando el tiempo es lo que cuenta

 

Por Natalia Marazina y Aurelia Rego

Los servicios internacionales aeroexpresos, conocidos comúnmente como courier, constituyen desde hace varios años una alternativa muy utilizada por algunas empresas argentinas para canalizar operaciones de comercio exterior de pequeña envergadura bajo la cómoda modalidad de entrega y recolección puerta a puerta.

La clave de este sistema —y la razón fundamental de su crecimiento— es la simplicidad y velocidad con la que permite enviar y recibir determinadas mercaderías, sin necesidad de que intervenga un despachante de aduanas y sin contar con un sistema de logística para el traslado hasta el puerto o aeropuerto de entrada o salida.

Courier significa en inglés mensajero o, simplemente, correo. Durante mucho tiempo, este tipo de servicio estuvo asociado al envío de documentación de comercio exterior. Si bien éste sigue siendo uno de sus puntos fuertes, la remisión de muestras sin valor comercial al extranjero fue ganando terreno con el tiempo y abrió el camino hacia las primeras exportaciones e importaciones.

La normativa que regula esta actividad fue objeto de mucha polémica y suscitó quejas, principalmente por parte de los despachantes de aduana, ya que las operaciones vía courier se tramitan por medio de destinaciones de importación o exportación simplificadas, y es el prestador del servicio quien se encarga de su declaración. De esta forma, los importadores o exportadores no necesitan contratar un despachante propio.

Lo cierto es que desde 2005 rige una resolución que sólo permite enviar o recibir bajo el sistema simplificado mercaderías que no superen un valor FOB de 1.000 dólares estadounidenses y que pesen hasta un máximo de 50 kilos. Si las cargas exceden estos topes, será necesaria la tramitación de una importación o exportación convencional, con intervención de un despachante. Los couriers también ofrecen este servicio, pero el plazo de entrega y el costo siempre será mayor (ver recuadro).

Ernesto Nogués es el gerente general de Raico, una empresa nacional que se jacta de ofrecer el servicio “más rápido del mercado”. Sergio Del Casale es gerente general para Argentina, Paraguay y Uruguay de DHL Express, una firma líder que asegura haber crecido a pesar de la crisis y espera cerrar este año “20 por ciento por arriba de 2009”. Ambos dialogaron con terminalC sobre el presente del sector, sus empresas y los servicios que ofrecen.

Según Nogués, la actividad de los couriers acompaña el ritmo del comercio exterior. “Cuando por un motivo macroeconómico la Argentina pierde capacidad exportadora, bajan los envíos, tanto de documentos como de muestras”, ejemplifica. Cuando sucede a la inversa, son también los primeros en sentirlo, ya que cuando el mercado comienza a reactivarse enseguida aumentan los envíos de muestras, que anteceden a las exportaciones. Por este motivo, Nogués concluye que la actividad de los servicios aeroexpresos podría considerarse como un parámetro bastante sensible respecto de cuál es la tendencia en este segmento de la actividad económica.

En función de esta relación, los prestadores courier sufrieron indefectiblemente los efectos de la crisis que comenzó a fines de 2008. Y cada empresa, en virtud de sus características, la enfrentó con diferentes herramientas.

Del Casale señala que DHL logró terminar el año pasado flat, balanceando la caída de los volúmenes de envíos, que rondó 15 por ciento, con el crecimiento de la firma en el mercado doméstico. El empresario subraya que la estrategia a largo plazo de la compañía se basó además en mantener sus planes de inversión, que comprendieron la ampliación de las plantas ya existentes y la construcción de una nueva en Barracas, lo que les permitió “estar preparados para el despegue cuando comenzó la recuperación”.

Por su parte, Nogués explica que en su caso las decisiones adoptadas tuvieron que ver con el hecho de tratarse de una firma nacional. “Lo primero que hicimos durante la crisis fue concentrarnos en las necesidades de nuestros clientes, que están acá, en la Argentina”, afirma. Y remarca que Raico no tiene un módulo de servicios ya desarrollado, sino que en función de relevamientos de mercado capta las necesidades de los clientes y se adapta a ellas.

Precisamente, en virtud de las demandas de sus clientes, la empresa se especializó en la importación de envíos críticos y repuestos que deben recibirse de manera urgente. En este área, asevera Nogués, la compañía “rompió la barrera del sonido”, con tiempos de tránsito de tan sólo 24 horas para envíos de Miami a Buenos Aires y de 48 para los provenientes de Europa. Entretanto, y en lo que respecta a las exportaciones, la estrategia de la firma es funcionar como red de redes, apelando al mejor proveedor para cada destino.

La clave de la rapidez, según el empresario, se basa en operar con vuelos directos para ganar ventaja en el tramo internacional y en saber realizar ágilmente las gestiones aduaneras. “Todo lo que ingresa de Raico en importaciones se libera antes del mediodía y se entrega el mismo día”, asegura.

DHL, por su parte, cuenta con un servicio de importación llamado DHL Import Express, que Del Casale define como el “más simple y amplio” del mercado. En lo que respecta al área de exportación, el directivo señala que mediante el producto DHL Express Worldwide es posible realizar despachos hacia cualquier lugar del mundo. Y subraya que cuentan con nuevos servicios de entrega matutina pautados para las 9.00 en los principales centros de negocios de Europa, las 10.30 en Estados Unidos o las 12.00 en esos mismos destinos, para envíos menos urgentes, y en América latina.

 

EN LA BALANZA

(+) Servicio puerta a puerta

(+) Contratación inmediata y telefónica

(+) Velocidad de entrega

(+) Rastreo on line del paquete

(-) Si la mercadería importada vía courier requiere licencias especiales, quedará retenida en la Aduana.

(-) El costo del servicio puede ser más caro que una exportación o importación convencional, dependiendo de las características de la mercadería.

(-) Existen limitaciones sobre determinados productos, como aquellos sujetos a identificación aduanera con estampilla fiscal o a la presentación de certificado de origen.

 

LÍMITES POLÉMICOS. Hasta 2005, el tope de valor para los despachos que se formalizaran vía courier era de 3.000 dólares estadounidenses. En enero de ese año, la resolución 1811 de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) redujo ese límite a 1.000 dólares, tanto para la exportación como para la importación. Y desde entonces, los prestadores no han logrado la modificación de ese límite, que cuestionan de manera homogénea. Sin embargo, durante la gestión de Silvina Tirabassi al frente de la Dirección General de Aduanas (DGA), todo indicaba que era muy posible que esas restricciones fueran flexibilizadas, dado que la funcionaria apoyaba la implementación de controles aduaneros inteligentes, basados en herramientas tecnológicas y en la confiabilidad de los operadores, incluyendo a los couriers.

Según Nogués, la puesta en práctica de esa nueva modalidad para los servicios aeroexpresos es muy necesaria, porque de esa forma la Aduana va a poder distinguir “aquellos que son confiables de los que no lo son”. Por su parte, Del Casale asegura que desde el sector apuestan a este sistema para lograr facilitar el comercio exterior “con seguridad y agilidad”.

Hoy, después de la renuncia de Tirabassi y su reemplazo por María Siomara Ayerán, el panorama es incierto. En este sentido, Nogués indica: “Cualquier administrador nuevo tendrá sus temas urgentes y sus temas importantes. Éste es un tema importante y asumo que (la nueva titular de la DGA) estará atendiendo las urgencias para luego retomar lo que se había iniciado en la gestión anterior”.


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