ANDREANI FARMA

Mediante operaciones logísticas integrales y tareas de distribución, la empresa maneja 60% del mercado. Desde 2011, viene respondiendo al desafío planteado por un régimen de trazabilidad unitario que llega a cada vez más productos.

Por Roberto A. Pagura

En las últimas décadas, como en casi todas las ramas de la producción, se han producido en el sector farmacéutico intensos cambios, que exceden los avances estrictamente tecnológicos o científicos. En el caso argentino, uno de las manifestaciones que da cuenta de ese fenómeno es la crisis de la farmacia tradicional, asediada desde hace tiempo por el crecimiento de grandes cadenas que funcionan bajo la lógica del shopping. Sin embargo, está lejos de ser el único. Aunque menos visibles para el consumidor, se han registrado también importantes transformaciones en la cadena de distribución, con la entrada en escena de nuevos actores, mayores grados de concentración y, en líneas generales, una tendencia hacia la especialización funcional.

Por diversas razones —entre las que se cuentan las características del sistema sanitario, el modelo de atención médica e incluso ciertos rasgos culturales de la demanda—, la Argentina registra tasas relativamente altas de consumo de medicamentos. Se estima que cada mes se venden unas 67 millones de unidades en el llamado mercado ético, conformado por las especialidades que se expenden bajo receta. Desde otra perspectiva, y según el relevamiento trimestral que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la facturación de los laboratorios locales sumó casi 20.000 millones de pesos durante los primeros nueve meses de 2013, incluidas la reventa en el país de productos importados, que representó 21,4% de ese monto, y las exportaciones, que reportaron ingresos por algo más de 1.642 millones de pesos, equivalentes a 8,2% del total.

Como uno de esos nuevos actores —aunque la novedad en este caso lleva más de dos décadas—, Andreani ha venido consolidando una posición relevante en el sector, con presencia en toda la cadena. Según refiere Facundo Schiavone, gerente comercial de la unidad de negocios Farma, trabajan de manera directa o indirecta con un centenar de los 250 laboratorios que constituyen el núcleo de la industria. Así, la compañía está a cargo de operaciones logísticas integrales para laboratorios de primera línea y para Rofina y Farmanet, dos de las cuatro distribuidoras que en conjunto concentran cerca de 90% del volumen comercializado. Con esas prestaciones —que comprenden almacenamiento, preparación y entrega, pero también acondicionamiento secundario, que en algunos casos se sitúa en la cola del proceso productivo—, Andreani maneja 45% del mercado, medido en unidades. Si se suma el resto de los casos, donde los contratos comprenden sólo tareas de distribución, con retiro diario y entrega al destinatario, su participación llega a 60%.

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