INDUSTRIA SIDERÚRGICA

El volumen acumulado de enero a mayo muestra una caída interanual de 35%. Según Alacero, incide la aplicación de medidas contra el comercio desleal.

América Latina importó desde China 2,7 millones de toneladas de acero en los primeros cinco meses del año, volumen que representa una caída de 35% respecto de igual período de 2015, cuando llegó a 4,2 millones de toneladas. De un año a otro, la participación regional en los despachos de la siderurgia china pasó de 9,9% a 6,0%.

Para el acumulado enero-mayo, la región se ubicó como el cuarto destino en importancia para las exportaciones chinas de acero, detrás de Corea del Sur, Vietnam y Tailandia, que en conjunto representaron 30,5% de la demanda global. En cambio, ocupó el primer lugar en el segmento de los aceros derivados, básicamente alambre y tubos con costura, con 11,1% del total, por delante de Filipinas y Estados Unidos, que absorben 6,0% y 5,9%, respectivamente.

Centroamérica absorbió 22% del volumen importado, Chile 17% y Perú 14%. Considerado por tipo de producto, 2,4 millones de toneladas correspondieron a aceros laminados y 316.000 toneladas a aceros derivados. Un año atrás, la proporción había sido de 3,8 millones y 417.000 toneladas.

En lo que va del año, sólo tres países incrementaron sus compras, Costa Rica, Cuba y Paraguay, que suman 8% del volumen regional. En tanto, disminuyeron fuertemente las de Argentina (-75%), Brasil (-68%), México (-63%), Ecuador (-51%) y Venezuela (-46%).

Alacero considera que la caída en el nivel de las importaciones de acero chino puede explicarse por la aplicación de medidas contra el comercio desleal, de las que 3 fueron aplicadas por Brasil, 6 por Colombia, 15 por México y 1 por República Dominicana.

Según la opinión de su director general, Rafael Rubio, “la crisis del acero no es un problema de coyuntura, sino que es una amenaza de largo plazo para la sustentabilidad del sector industrial y manufacturero de sus países”.

A propósito de un simposio organizado por la OCDE en abril último en torno a la sobrecapacidad y el ajuste estructurar en el sector siderúrgico, Rubio sostiene que esa crisis es resultado, por un lado, del bajo crecimiento económico global, la desaceleración de China y la reducción estructural de la demanda de acero. Y por otro, de las características de la industria siderúrgica china, que representa 50% de la producción mundial y 45% del consumo, al tiempo que mantiene una capacidad instalada de 1.225 millones de toneladas, un nivel récord de exportaciones de más de 100 millones de toneladas y una sobrecapacidad de unos 400 millones.

A su juicio, debería impulsarse una negociación internacional, con participación directa de los gobiernos e involucramiento del sector privado, destinada a establecer medidas comerciales que faciliten el ajuste estructural y sanciones para “aquellos países o empresas que no cumplan con sus compromisos o tengan conductas comerciales de no mercado”. Las políticas, concluye el directivo, deben contemplar “regulaciones, recursos financieros, eliminación de subsidios, remoción de las barreras de salida de la industria y todo aquello que cause una distorsión en el mercado”.

La Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero) está integrada por 49 empresas de 20 países, que producen cerca de 95% del acero de la región.

Publicado el 08-07-2016
Foto: Usiminas (Brasil).