COMERCIO INTERNACIONAL

Aunque su barómetro refleja un buen desempeño en el cuarto trimestre de 2020, algunos indicadores parecen estar mostrando signos de desaceleración.

Por Redacción terminalC

El volumen del comercio mundial de mercancías mantuvo en el cuarto trimestre de 2020 el repunte observado en el anterior e incluso acentuó las tendencias positivas ya observadas luego del desplome provocado por la Covid-19 en la primera mitad del año. Sin embargo, la OMC matizó el optimismo que podría inducir su Barómetro sobre el Comercio de Mercancías, que muestra un índice de 103,9, por encima del valor de referencia 100 y del 100,7 que surgía de la lectura realizada en noviembre pasado.

Al respecto, la Organización Mundial de Comercio (OMC) consideró “poco probable que el ritmo de expansión registrado en el cuarto trimestre se mantenga en el primer semestre de 2021, ya que los principales indicadores parecen haber alcanzado el nivel máximo, algunos muestran signos de desaceleración y otros podrían bajar en un futuro próximo. Además, es posible que no refleje completamente el resurgimiento de la enfermedad y la aparición de nuevas variantes.

El Barómetro, para el que un índice de 100 denota una expansión acorde con las tendencias recientes, es construido a partir de seis indicadores que la OMC considera fiables respecto del rumbo del comercio de mercancías. De acuerdo con el reporte, los de pedidos de exportación (103,4) y productos de automoción (99,8) han alcanzado su punto máximo recientemente y han comenzado a perder impulso. En cambio, los de transporte de contenedores (107,3) y transporte aéreo (99,4) siguen aumentando, aunque algunos datos sugieren que el primero de esos tráficos ha caído desde principios de año. Finalmente, si bien los índices de componentes electrónicos (105,1) y materias primas (106,9) están firmemente por encima de la tendencia, esto podría deberse a una acumulación temporal de existencias.

“En el tercer trimestre de 2020, el volumen desestacionalizado del comercio mundial de mercancías se recuperó de una profunda caída en el segundo trimestre, impulsado por el aumento de las exportaciones en Asia y el aumento de las importaciones en América del Norte y Europa. El comercio de bienes en el tercer trimestre, sin embargo, aún se redujo un 5,6% en comparación con el mismo período de 2019 después de haber caído un 15,6% en el segundo trimestre. Estos descensos, aunque siguen siendo muy importantes, son menos graves de lo que temían muchos analistas al comienzo de la pandemia”, dice la OMC.

Por su parte, y en el mismo sentido, la OCDE informó que el comercio de bienes del G20 continuó recuperándose en el cuarto trimestre, con un aumento promedio de 7,2% en las exportaciones y de 6,8% en las importaciones sobre el trimestre anterior. Con todo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos observa que esas cifras están lejos de la “expansión sin precedentes” registrada en el tercer trimestre, cuando los incrementos alcanzaron niveles de 20,6% y 16,8%, respectivamente.

El comunicado de la OCDE señala que “con la excepción de Argentina, obstaculizada por huelgas en su cadena de suministro de exportación de trigo, todas las economías del G20 experimentaron un crecimiento del comercio internacional en el cuarto trimestre de 2020” y que los niveles estuvieron algo por encima de los de 2019.

El motor de ese buen desempeño fue China, que ya había experimentado un repunte en el segundo trimestre y que en el último de 2020 muestra incrementos de 6,1% para sus exportaciones y de 3,1% para sus importaciones.

De acuerdo con las cifras del organismo (que integra a Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea), las exportaciones de este bloque de países sumaron 3,7 billones de dólares (3708,0 billones en la convención anglosajona) en el cuarto trimestre del año pasado, 3,4% más que en igual período de 2019 y 0,9% por encima de las cifras de 2018. En el caso de las importaciones, que llegan a 3,7 billones (3660,4 billones) la comparación arroja respectivamente una suba de 1,9% y una caída de 2,1%.

La OMC hace historia

Este miércoles 1 de marzo, asume formalmente la nueva directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, cuya designación había sido anunciada dos semanas atrás por el presidente del Consejo General de la organización, David Walker.

Okonjo-Iweala reemplaza a Roberto Azevedo, que en mayo de 2020 había anunciado su dimisión y tres meses más tarde recibía una entusiasta bienvenida del director ejecutivo y presidente de Pepsico, Ramón Laguarta, confiado en que el nuevo jefe de Asuntos Corporativos “aportará valiosas habilidades políticas y conocimientos técnicos de los complejos entornos sociales, políticos y regulatorios que suelen impactar a empresas multinacionales”.

“Hoy, los Miembros de la OMC hacen historia. Por primera vez, en los 73 años del GATT y la OMC, han elegido a una mujer y una africana como directora general. Este es un hecho sin precedentes, y es positivo. Agradezco la confianza que han depositado en mí, en tanto mujer y africana, pero también en mis conocimientos, mi experiencia y, como algunos de ustedes han dicho, en el coraje y la pasión que estoy dispuesta a desplegar a fin de emprender con ustedes las amplias reformas que la OMC necesita para reposicionarse de cara el futuro”, dijo en oportunidad del anuncio la economista y experta en finanzas globales Okonjo-Iweala, de nacionalidad nigeriana, con una dilatada trayectoria profesional, política y académica, que fue ministra Finanzas de Nigeria de 2003 a 2006 y de 2011 a 2015 y ejerció diversas responsabilidades en el Banco Mundial, al que perteneció durante 25 años.

África y las mujeres dan un paso adelante en la organización.

En su discurso por videoconferencia —un signo de los tiempos—, la nueva directora general dejó definiciones sobre la importancia del comercio internacional, el papel de la OMC y la necesidad de introducir reformas, por ejemplo en el sistema de solución de diferencias, para que “pueda ganarse la confianza de todos, incluidos los pequeños países en desarrollo y los países menos adelantados que tienen dificultades a la hora de utilizarlo”.

Se refirió también al rol que puede jugar la OMC de cara a la crisis generada por la Covid-19 y pasó revista también a algunos temas que seguramente marcarán su gestión y que pondrán a prueba la legitimidad de la organización, como las negociaciones en torno a las subvenciones que contribuyen a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada y que propician la sobrepesca y la sobrecapacidad.

“El conjunto de normas de la OMC está desfasado y sus normas se han quedado obsoletas con respecto a las de diversos acuerdos de comercio regionales y bilaterales que están incorporando muchas innovaciones”, como el comercio electrónico, dijo Okonjo-Iweala, que también llamó a avanzar en las negociaciones sobre los servicios.

Manifestó asimismo su respaldo a la economía verde y circular y consideró necesario abordar las cuestiones relativas al cambio climático de manera de contribuir al desarrollo sostenible.

Finalmente, apuntó que la labor en nuevas esferas no implica olvidar temas tradicionales como la agricultura, que “reviste especial importancia para muchos países en desarrollo y países menos adelantados”, o las subvenciones industriales. Por de pronto, sostuvo que las concedidas por los estados miembro a sus empresas estatales no deben distorsionar “las condiciones de competencia” y que el trato especial y diferenciado “causa división y mina la confianza”.

Publicado el 26-02-2021
Fotos: Alex Dutemps - Pixabay / OMC.