INDUSTRIA TEXTIL

En enero, aumentó 31,4% en valor y a 71,2% en volumen respecto de igual mes de 2016. La actividad del sector se contrae y crecen despidos y suspensiones.

Redacción terminalC

Las importaciones de indumentaria alcanzaron una cifra récord en enero. Según los datos de la Cámara Industria Argentina de la Indumentaria (CIAI), la suba interanual llega a 31,4% en valor y a 71,2% en volumen, probablemente empujada también por una baja de 23,3% en el valor unitario promedio de las prendas, que tienen a China como proveedor privilegiado. Como contrapartida, la rama textil es una de las más golpeadas de la industria en términos de nivel de actividad y personal ocupado.

Durante el mes pasado, la Argentina importó algo más de 1,6 millón de kilos de prendas de vestir (comprendidas en los capítulos 61 y 62 de la Nomenclatura Común del Mercosur) por valor de 33,7 millones de dólares. Tanto en uno como en otro caso, se trata de los valores más altos registrados al menos desde 2007. Las cifras adquieren mayor relevancia si se tiene en cuenta que en enero del año pasado ya se habían verificado incrementos interanuales de 4,5% y 17,7%, respectivamente.

A lo largo de 2016, según otro informe de la CIAI, las importaciones de indumentaria sumaron 13,2 millones de kilos y se tradujeron en un egreso de divisas de 356,9 millones de dólares, que representan subas cercanas a 29,0% en ambos casos.

China es el principal proveedor de prendas terminadas, seguida a notoria distancia por India, Vietnam, Perú y Camboya. En 2016, su participación llega a 52,2% si se la mide en valor, pero a 64,4% en volumen, algo que se explica porque es también el que ofrece el precio promedio más bajo: 21,9 dólares FOB por kilo. Aunque con incidencia mucho menor, sólo se le acerca Malasia, con 22,4 dólares por kilo, y un escalón más arriba están Paraguay, Brasil y Bangladesh, en la franja que va de 27 a 28 dólares.

El informe de la CIAI para todo 2016 ofrece datos desagregados en 24 categorías diferentes. Las cinco principales (abrigos, pantalones, sweaters, camisas de hombre, remeras) concentran 63,0% del valor importado y 56,9% del volumen y las cinco siguientes (abrigos confeccionados con telas impregnadas, camisas y blusas de mujer, las demás prendas, vestidos y faldas, y shorts de baño para hombres) completan 86,7% y 81,6%, respectivamente.

Con cuotas que en algunos superan 70%, China, otra vez, ocupa el primer lugar en 18 de las 24 categorías y en 8 de las 10 principales, y el segundo en otras cuatro, de las que dos se ubican en el top ten. India, por su parte, lidera en tres rubros (camisas y blusas de mujer, pañuelos y demás prendas), Malasia en trajes y conjuntos, Perú en partes y Camboya en conjuntos de abrigo para entrenamiento o deporte.

El incremento de las importaciones coincide con la baja del consumo local. El mes pasado, según el informe habitual de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el consumo de textiles, medido en unidades vendidas, se contrajo respecto de enero del año pasado en 1,6% para blanco y en 2,2% para indumentaria. La caída es todavía mayor cuando se toma el año completo: 7,6% y 7,8% sobre los valores de 2015.

Una reciente encuesta cualitativa elaborada por la Fundación ProTejer, que trabaja junto a la cadena de valor del sector textil, revelaba que 84% de las empresas consultadas manifestaba haber sufrido una caída en las ventas durante el tercer trimestre de 2016, medida en unidades físicas, y 52% había reducido su dotación de personal. El informe también muestra un extendido deterioro en el nivel de actividad. Por ejemplo, entre el tercer trimestre de 2015 y el mismo período de 2016, la franja de empresas que usaban de 81% a 100% de la capacidad instalada pasó de 34,5% del total a 16,0%; la comprendida entre 61% y 80%, de 55,2% a 46,0%; y la situada entre 41% a 60%, de 5,2% de las firmas a 26,0%.

De cara al último trimestre del año, las consultadas identificaban como sus principales problemas a la caída de las ventas, la disminución de la rentabilidad, los retrasos en pagos de clientes, la competencia de productos externos y la alta evasión en la competencia.

Un trabajo del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), enfocado en los efectos de esta situación sobre los trabajadores de diversos sectores, consigna que en la industria textil se habían registrado de enero a noviembre último 3.205 despidos y 11.720 suspensiones, que incluyen los registrados en establecimientos de dilatada trayectoria en el sector, como Broderie Suizo-Argentina, Felsom, Hilados I y II, TN Planex, Alpargatas, Coteminas, Guilford y Unisol, fabricante de los productos Puma.

En declaraciones a diversos medios, el presidente de ProTejer, Jorge Sorabilla, ha elevado incluso ese número. En una entrevista con El Economista, estimó que ha habido cerca de 8.000 despidos formales, más otros 7.000 informales, particularmente en el sector de la confección. A ellas se suman unas 5.000 personas “que en este momento están suspendidas, esperando ver qué pasa en marzo”.

Publicado el 15-02-2017
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