INTEGRACIÓN REGIONAL

Para el coordinador del Observatorio Asia Pacífico de ALADI, esas características han contribuido a que sus socios se sientan parte de un proyecto común.

El caso de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, en proceso de conformar lo que se conoce como Comunidad Económica de la ASEAN, podría ser tomado como ejemplo para superar las dificultades que atraviesan algunos de los procesos de integración en América Latina, especialmente por la modalidad en que aquella “ha dado cumplimiento a sus objetivos en términos de flexibilidad, equilibrio e innovación”, sostiene Ignacio Bartesaghi, coordinador del Observatorio Asia Pacífico de la ALADI, en un artículo publicado en el sitio de esa entidad.

Desde su conformación como zona de libre comercio en 1992, recuerda Bartesaghi, “comenzó la necesaria interacción entre el sector público y privado para llegar a transformar al proceso de integración mencionado en uno de los de mayor desarrollo a nivel internacional”, tanto por sus logros en materia de metas como por el nivel de cohesión de sus miembros.

Con vistas a la conformación de la referida Comunidad Económica, a partir del año próximo, el bloque negocia políticas específicas en materia de desarrollo de recursos humanos y generación de capacidades; reconocimiento de certificaciones profesionales; mecanismos de consultas macroeconómicas y financieras; financiación del comercio; infraestructura y competitividad; comunicaciones y transporte; desarrollo de transacciones electrónicas y participación del sector privado en la comunidad.

Además, la ASEAN se encuentra implementando un Plan de Acción en Propiedad Intelectual y estableciendo una ventanilla única para atender todos los trámites vinculados con la zona económica, que supone armonizar y validar normas técnicas, sanitarias, fitosanitarias, certificaciones de calidad y en los incentivos a la inversión e impuestos. Paralelamente, el bloque cuenta con una política específica en el sector servicios, en el que se han alcanzado liberalizaciones progresivas en los últimos años.

Más adelante, Bartesaghi afirma que la modalidad de negociación de la ASEAN tiene tres características: flexibilidad, equilibrio e innovación.

Al respecto, apunta que, “si bien está en proceso de conformar una comunidad económica, lo que se conoce como mercado común en la terminología clásica, no ha cumplido con la instalación de un arancel externo común, lo que no es solo una flexibilidad a la hora del importante desarrollo de su agenda externa y de algunos de los miembros en particular, sino que también es una innovación en términos internacionales”.

Esa modalidad se expresa también en las excepciones vigentes para algunos de sus miembros, como Myanmar y Camboya, la exclusión de sectores considerados clave para el desarrollo industrial o la negociación de acuerdos sectoriales para acelerar la integración, en algunos casos de lógica bilateral y en otros regional.

Tal modelo “ha permitido que todos los socios sean parte de los nuevos objetivos planteados por el proceso de integración, evitando de esa forma quiebres e incumplimientos”, señala Bartesaghi, y concluye: “En definitiva, si bien es cierto que la ASEAN comenzó siendo un proceso de integración creado por las circunstancias políticas y de seguridad de la zona, la misma fue acompañada por una integración de jure, liderada por Estados pero con el impulso del mercado”.

Publicado el 29-09-2015
Foto: Erica Law – freeimages (Hanoi).