SISTEMAS DE TRANSPORTE

Expertos europeos evalúan qué impacto tendrá el calentamiento global sobre los principales nodos y redes y plantean la necesidad de medidas de adaptación.

Eventos extremos, como las inundaciones, y cambios climáticos que se manifiestan de manera más gradual, como el aumento del nivel del mar, enfrentan a las redes y nodos de transporte a amenazas sin precedentes. Sin embargo, la necesidad de adaptar esos sistemas —que incluyen desde carreteras y ferrocarriles hasta puertos, aeropuertos y vías navegables interiores— a las nuevas condiciones ha recibido hasta ahora poca atención.

Para paliar esa carencia, un Grupo de Expertos de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (UNECE, por su nombre en inglés) realizó un estudio, el primero en su tipo, que determina cuáles son las zonas clave de las principales redes de transporte interior en la región europea y el Canadá que enfrentan esas amenazas de origen climático. A la vez, elaboró mapas regionales en formato de Sistema de Información Geográfica que ofrecen una herramienta para priorizar los esfuerzos de adaptación.

La necesidad de esos esfuerzos es cada vez más evidente. “España, por ejemplo, acaba de sufrir las tormentas más intensas en décadas que han dejado atrás puentes destruidos, y carreteras y líneas de ferrocarril cortadas. En el Reino Unido, los costos anuales relacionados con las inundaciones y otros eventos, estimados en 50 millones de libras esterlinas en 2010, podrían aumentar hasta 500 millones en la década de 2040. En la Unión Europea, los costos futuros de la protección de puentes contra las inundaciones se han estimado en más de 500 millones de euros anuales”, ilustra una comunicación de Naciones Unidas.

El estudio, publicado en inglés bajo el título Climate Change Impacts and Adaptation for Transport Networks and Nodes (Impactos del cambio climático y adaptación para redes y nodos de transporte), analiza los impactos que los efectos acumulativos del cambio climático pueden causar en la infraestructura de transporte, así como en la calidad y la eficiencia de las cadenas de suministro. Presenta también una perspectiva inicial de áreas de riesgo potencial que podrían justificar una evaluación más profunda.

En una primera parte, la publicación describe las principales redes y nodos de transporte en las regiones analizadas y proporciona información sobre su uso —allí donde los datos están disponibles—, y sobre su estado ante posibles interrupciones, con su correspondiente impacto social y económico.

Discute también qué factores relacionados con el cambio climático pueden afectar esas redes y presenta la metodología y los datos utilizados para elaborar una serie de índices. Finalmente, evalúa las lecciones aprendidas por el Grupo de Expertos durante el curso de su trabajo y formula una serie de recomendaciones sobre cómo debería continuar y avanzar el trabajo de adaptación de la infraestructura de transporte para resultar efectiva.

En la segunda, ofrece estudios de casos sobre la experiencia de diversos países (Alemania, Canadá, Francia, Islandia, Países Bajos, Polonia y Rumania), tanto en lo que se refiere al desarrollo de metodologías y herramientas como al impacto socioeconómico del cambio climático en diversas infraestructuras.

Publicado el 16-03-2020
Foto: IRU (archivo).