ALIMENTOS Y BEBIDAS

Desde 2000, se triplicó el consumo de este tipo de productos. Según un estudio de la Fundación Exportar, las ventas superan ya 7.550 millones de euros.

Los consumidores alemanes destinaron 7.550 millones de euros a adquirir alimentos orgánicos en 2013. De esa cifra, 20% correspondió a frutas y vegetales, 15% a lácteos y quesos, 10% a carnes, 10% a productos de panadería y 6% a bebidas.

Aunque muy lejos de Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de ese tipo de productos, Alemania se afirmó ese año como el principal mercado de Europa, seguido por Francia, el Reino Unido, Italia y Suiza, aunque si se considera el consumo per cápita le aventajan este último país, Austria y Suecia.

Según consigna Alimentos orgánicos en Alemania, un estudio de mercado publicado el mes pasado por la Fundación Exportar, las ventas de alimentos orgánicos en ese país se han más que triplicado desde 2000. Y aunque es también un importante productor, no alcanza a satisfacer la demanda interna debido a una serie de factores, que van desde la aptitud climática al aumento de los precios de los productos convencionales, los altos precios de las tierras y la incertidumbre acerca del apoyo financia para la agricultura ecológica. Así, por ejemplo, Alemania importa papas, frutas y verduras, productos lácteos y carne, entre otros, de países como Austria, Israel, Egipto, Países Bajos e Italia.

El trabajo de la Fundación Exportar, a cargo de Agustín Bozzotti, indica que existe una franja de consumidores —identificados sobre todo como personas grandes, mujeres, con conciencia ambiental— “dispuestos a gastar más dinero en productos orgánicos y de alta calidad”. Añade que “muchos consumidores basan sus decisiones de compra en un criterio aún más importante: la certificación orgánica alemana, el ‘Bio-Siegel’” y apunta que 72% reconoce ese sello.

Más adelante, señala que esa tendencia ha hecho que algunas empresas se vuelquen a ese mercado. Por ejemplo, Frenzel Austria Frost, especialista en alimentos congelados, “suministra verduras orgánicas de marca propia, frutas y comidas preparadas a los minoristas Aldi y Rewe”, mientras “multinacionales como Nestlé y Unilever están a comenzando a ofrecer versiones orgánicas de sus productos más conocidos”.

Por último, el estudio aborda el aspecto de la comercialización. “La mayoría de los minoristas de alimentos prefiere comprar a distribuidores/importadores de alimentos y bebidas. En general, estos mayoristas se han especializado en productos o grupos de productos y algunos son incluso expertos en productos alimenticios procedentes de un país de origen específico. Por lo tanto, los importadores especializados tienen un profundo conocimiento de las necesidades de importación, tales como la certificación del producto, etiquetados y envasados. También suelen manejar el envío, despacho de aduanas, almacenaje y distribución en el país”, afirma.

Finalmente, comenta que las reglamentaciones de once países —entre los que se cuenta la Argentina— para la producción orgánica están aceptadas como equivalentes por la UE, en parte con restricciones.

Publicado el 23-02-2016
Imagen: Fundación Exportar.